lunes, 11 de agosto de 2008

Siempre tuve que vivir a costa de lo que dijera Doña Margarita.

En un sentido alegremente sinfónico, doña Margarita siempre estuvo a mis espaldas; contemplando cada uno de mis movimientos, si me movía doña Margarita sabía a dónde iba a mover la mano sin que se lo dijese y ella siempre se encontraba en lo correcto a pesar de que estuviera equivocada. Ella me había perturbado por muchos años, muchísimo antes de que yo supiera de su existencia, doña Margarita estaba ahí, siempre haciéndose presente de una manera u otra, si yo hablaba, ella sabía de antemano que hablaría una estupidez, a pesar de que fuera una reseña de Aristóteles, sabía que sería un fracaso a pesar de mis logros y medallas, y sabía que era yo una vil prostituta cuando asistía a misa todos los domingos y les tenía pánico a los hombres. El criterio asechador e ignorante de doña Margarita, me había atormentado por mucho tiempo, y vivir con el pánico de que estaba siempre detrás mio, me hacía imposible el vivir, pensaba todo el día en su crítica, me abstuve del éxito, del amor, e incluso de la felicidad por tener en el pensamiento la gran lupa empañada que utilizaba para observar mis actividades, mi respiración, mis coordenadas neurológicas y mis latidos del corazón. Sé que algún día escaparé de Doña Margarita cuando se le caiga la lupa y su visión empiece a desvanecerse, pero mientras tanto, seguiré limpiando con mi aliento su lupa, quizá algunos de ustedes conozcan a Doña Margarita, a veces también le llaman por su segundo y mas popular nombre....
''Sociedad''

-Geo

1 comentario:

Gatu Espacial dijo...

Jaja, chingoneidad pretenciosa ^_^